AELS Aula de Estudio del Lago de Sanabria

DATOS BÁSICOS


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No se puede entender el paisaje del entorno más próximo al lago de Sanabria sin conocer la influencia del modelado glaciar sobre estos terrenos paleozoicos, en los que dominan unas cumbres muy erosionadas a unos 2.000 msm, una penillanura elevada de relieves muy suaves unos 300-400 m más abajo y una complicada red de valles con salida en todas las orientaciones que alberga un amplio conjunto de humedales; entre los que destacan 15 lagunas de mayor entidad y 5 embalses, algunos construidos sobre antiguas cubetas lacustres.
El conjunto de terrenos elevados de la Sierra tiene unas estribaciones meridionales de fuertes pendientes en las que se organiza la mayoría de la red hidrográfica de la cabecera del río Tera y que tributa aguas hasta el valle principal situado a 1.000 msm en el que se asienta el lago de Sanabria ocupando la principal sobre-excavación glaciar en el terreno. Sobre una superficie de 12.700 Ha fluye una red hidrográfica de más de 250 km por la que discurren caudales de alrededor de 120 Hm3 todos los años.

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La cuenca hidrográfica alta del río Tera se localiza en el extremo noroeste de la provincia de Zamora, en las estribaciones meridionales de los Montes Aquilianos que forman parte del llamado Macizo Galaico-Leonés. En la cabecera de dicho sistema se asienta el Lago de Sanabria, a una altitud de unos 1.000 msm.

Este sistema hidrográfico recoge aguas desde el punto más elevado (Peña Trevinca, 2.127 msm) en una superficie de unos 12.700 ha, en su vertiente derecha de la penillanura de Sierra Segundera y en la izquierda desde la Sierra Cabrera.

 

cuenca-lago-en-tera Elaboración propia a partir de un MDE de IDECYL (Infraestructuras de Datos Espaciales de CyL) y la cartografía vectorial digital de CHD (Mírame-ID Duero).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

BREVE HISTORIA GEOLÓGICA Y GEOMORFOLÓGICA

La casi totalidad de la comarca de Sanabria pertenece a las Eras Arqueozoica y/o Paleozoica, y sólo en algunos puntos muy limitados, en su parte Este, aparecen retazos del cuaternario, no existiendo litologías de la Era Secundaria ni de la Terciaria. De estas épocas geológicas hay que destacar la amplia extensión de las antiguas rocas ácidas formadas por granitos, gneis glandular y micacitas; y, en su margen más occidental, el estrato cristalino. Al Sur de la zona penetra una franja Silúrica perteneciente a la Sierra de la Culebra, y por el Norte una más amplia que corresponde a la parte media de la Cabrera  (Jordá, 2006).

Para entender la morfogénesis actual del área conviene reseñar brevemente la historia geológica, en la que el glaciarismo ha dejado su huella. El aspecto final de este territorio comenzó a perfilarse en el cuaternario inicial, tras formar parte de la parte emergida de la zona que finalmente formó el Macizo Hespérico, que fue el bloque principal de la actual Península Ibérica, desde hace unos 70 MA.

Es en este período Cuaternario cuando empieza a tomar cuerpo el modelado glaciar que va a dar lugar a un cambio en las características de estas serranías y que culminará con la formación de un casquete glaciar que tuvo su concreción más importante en Sierra Segundera (Rodríguez-Rodríguez et al. 2009, 2011a,b), contribuyendo a formar el mayor foco glaciar de las montañas galaico-leonesas.

El resultado del avance del hielo de aquella época, finalizó hace unos 12-18.000 años; es claramente visible hoy día en las plataformas de las penillanuras fragmentadas, cortadas en valles y barrancos, particularmente en los de modelado glaciar, de gran importancia geológica en esta zona. Estos valles fueron modelados por el avance de lenguas glaciares que irradiaban en gran número desde el casquete glaciar superior. La enorme presión de las masas de hielo, junto a su avance lento pero continuo, ha ejercido sobre los materiales graníticos unos efectos característicos (morrenas). Al retroceder el hielo quedan varios brazos importantes, como los de los valles de los ríos Segundera, Cárdenas, Tera y parte alta del Forcadura. A la concavidad formada por la lengua principal del glaciar en su retirada y su posterior relleno con las aguas fluviales del Tera y sus afluentes de Cabecera debe su origen el Lago de Sanabria.

Entre las zonas glaciar y sedimentaria se desarrolla una franja de transición cuyos límites estrictos son difíciles de precisar. En cualquier caso, esta franja está constituida por materiales de tipo gneis glandular “ollo de sapo” con cuarzos azules y grandes nódulos de feldespato que presentan mayor resistencia a la erosión. Poco a poco quedan sobresaliendo de la roca y llegan a desprenderse, formando los típicos cantos rodados, junto a las cuarcitas y otros materiales duros y muy poco solubles.

Consultar otros trabajos:

 

EL SISTEMA HIDROGRÁFICO DE LA CUENCA DEL LAGO

Las casi 13.000 Ha que forman parte de la cuenca del lago de Sanabria están drenadas por una amplia red hidrográfica, en la que abundan los arroyos permanentes y que además incluye un importante complejo lacustre. La red hidrográfica se organiza en sentido N-S a través del río Tera, que es el de mayor entidad. Tiene aguas arriba del lago dos importantes tributarios (Segundera y Cárdenas) por la margen izquierda; y otro muchos de menor entidad por ambas márgenes, así como numerosos arroyos nacientes.

La cuenca que vierte al lago comprende tres unidades hidrográficas oficiales de diversa entidad. La principal está formada por la cabecera del Tera y todos sus afluentes hasta su entrada en el lago, incluyendo el sistema Segundera-Cárdenas que a su vez en la zona de cabecera constituye una unidad independiente. Además de estos aportes a lago entra agua a través de un pequeño afluente de flujo intermitente (el arroyo Sorribas) que drena terrenos desde la ladera norte al valle principal. La suma total de cauces resulta superior a 200  km, y el caudal medio anual que recoge el sistema es de unos 128 Hm3 en promedio. Aunque con una cierta tendencia a la reducción en las últimas décadas, en especial de los valores máximos mensuales.

En el siguiente mapa se muestra la distribución de los cauces principales de este sistema hidrográfico junto con el conjunto de ecosistemas lacustres (azul) y de embalses (morado) que forman el complejo glaciar de Sierra Segundera; y que está ubicado con un desnivel de unos 500-700 m sobre el lago.

  Elaboración propia a partir de la cartografía vectorial digital de CHD (Mírame-ID Duero) y los topónimos del MTN50 y MTN25 del Instituto Geográfico Nacional (IGN).

Tejero de la Cuesta et al. (1988) establecen un caudal medio del Tera en Puebla de Sanabria de 26 m3/s, oscilando entre 49,5 (en marzo) y 3,5 m3/s en agosto; mientras el caudal máximo del Tera en Moncabril (antes del Lago) corresponde al mes de abril con 15,24 m3/s y el mínimo a septiembre (2,16 m3/s), siendo la media anual de 8,93 m3/s (Aldasoro et al. 1991). Esto nos está indicando el gran aporte que recibe el Tera en su valle desde el Lago de Sanabria hasta Puebla; aporte que entra a través de las subcuencas de los ríos Forcadura, Villarino y Trefacio (de la Sierra Cabrera), y Truchas y Requejo (desde la Sierra Segundera).

ESTUDIO HIPSOMÉTRICO DE LA CUENCA

Orográficamente la comarca sanabresa tiene un marcado carácter montañoso – en cumbres aisladas se alcanzan cotas superiores a los 2.000 metros de altitud -, con una geomorfología muy accidentada y abrupta donde se presentan desniveles acusados y fuertes pendientes. Por otro lado en las partes superiores de la penillanura, a alturas superiores a los 1.500 metros (en los llamados «puertos» donde el ganado pasa el verano), se encuentran numerosas y pequeñas lagunas también de origen glaciar, coronadas por materiales graníticos que junto a las características físico-químicas del terreno y a la climatología local, contribuyen a la formación y mantenimiento de suelos encharcados y turbosos.

 

 Elaboración propia a partir de cartografía vectorial digital (curvas de nivel con equidistancia de 10 m) del Mapa Nacional Topográfico 1:25000 (MTN25) proporcionada por el Instituto Geográfico Nacional (IGN).

 

Sin embargo una gran parte del territorio en las zonas altas está ocupado por relieves suaves y fondos de valles, donde el flujo del agua es retenido en numerosos puntos lo que da lugar a que la disponibilidad de agua para muchas especies, y también para los usos humanos, sea elevada en volumen total; pero también se mantenga una alta disponibilidad en el periodo estival.

Una gran parte de la riqueza en biodiversidad de la zona depende de esta red de lagunas, lagunillas, charcas, charcos, pozas, arroyos, manantiales, veneros, turberas, trampales, etc. Y por otra parte las comunidades que proliferan en ellos proporcionan en muchos casos un aporte continuado de propágulos hacia el valle del lago a través del flujo de los caudales de verano y otoño.

Consultar otros trabajos:

 

Panorámica de la laguna de Lacillo

ESTUDIO VISUAL DEL VALLE

A lo largo de las últimas décadas se han ido sucediendo hitos demográficos y eventos sociales en la comarca de Sanabria que han conducido a unos evidentes cambios en los usos del suelo y de cobertura vegetal en las laderas del valle glaciar del lago. Algo que sin duda tiene que tener su influencia en el comportamiento ecológico del ecosistema lacustre.

Dichos cambios [abandono rural, despoblación, nuevas infraestructuras, revegetación de zonas ahora sin cultivar, mayor ocupación del bosque y mayor grado de maduración de las masas de roble, etc.) pueden observarse de una forma muy gráfica en la siguiente infografía de imágenes en yuxtaposición, que compara una ortofotografía actual con las primeras imágenes en vuelo fotogravimétrico que tenemos del territorio español (Vuelo Americano de 1956-57).

Se muestran las capturas de pantalla obtenidas en el visor de mapas de MIRAME-CHD.

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