DEPÓSITO DE POLEN


El estudio de las diferentes fuentes de nutrientes que se incorporan a la dinámica ecológica del lago, tanto de una forma directa por precipitación como indirecta a través de la escorrentía por la cuenca, es uno de los objetivos principales que tiene el Programa de Seguimiento Limnológico Bianual Intensivo del lago de Sanabria, que financia y coordina Confederación Hidrográfica del Duero durante el bienio 2016-17; con participación de personal científico-técnico de Universidades y Centros de Investigación públicos de España.

La definición del estado ecológico de las masas naturales de agua es un proceso complejo que se fundamenta en un exigente método de seguimiento de numerosos elementos de calidad que son cuantificados de forma discreta a lo largo de campañas periódicas de monitorización. El de Sanabria, dada su relevancia como único lago grande de origen glaciar en la Península Ibérica, requiere ser estudiado ahora de forma continua durante 24 mensualidades para completar las lagunas de conocimiento que existen y conocer la evolución de su ecología en respuesta a las distintas presiones que tiene en la actualidad.

¿Qué es ?

Se trata de la llegada de polen de pino por vía aérea sobre la superficie del lago, en lo que se conoce como depósito atmosférico seco, desde lugares lejanos fuera de su cuenca hidrológica. Estos minúsculos ( tamaño aproximado de unas 85 micras) y livianos granos amarillos son transportados por el aire en la fase de polinización; una etapa que se produce todos los años en el noroeste de España sobre finales de marzo y principios de abril de forma muy intensiva, aunque posteriormente se puede alargar durante más semanas una liberación mucho menos intensa hasta mayo o junio.

El polen de pino tiene unas estructuras adaptadas a la flotabilidad (sacos aeríferos) que le sirven para la dispersión a través del aire a largas distancias. Una vez se depositan sobre la superficie del agua estos granos flotan durante un tiempo y quedan a merced de los vientos superficiales que dirigen su recorrido; a veces arremolinándolos en llamativas láminas brillantes sobre la superficie del centro del lago; y en la mayoría de ocasiones, llevándolos hacia las orillas de las ensenadas donde quedan atrapados sobre los elementos del litoral formando un banda amarilla. Las aglomeraciones que flotan por doquier en las orillas durante unas semanas se corresponde en un 99,9% con polen de diversas especies de pinos, y en cantidades mínimas con la presencia de polen de árboles ribereños como los sauces, alisos, fresnos y otros. Poco a poco la mayoría se van pegando en el litoral y así quedan incorporadas en los suelos siendo un elemento fertilizante de las aguas someras. Otra pequeña fracción del polen se hunde en la columna de agua y sus nutrientes serán incorporados a los sedimentos profundos, mediante la acción bacteriana.

¿ Dónde está ?

El polen se distribuye por todo el contorno del lago (perímetro de más de 9 km), con cierta preferencia en las ensenadas más protegidas, sobre todo en la parte suroeste y en otras localizaciones a sotavento. Tras un periodo de flotación en la superficie de la lámina de agua (atrapado por la película superficial del neuston), es llevado por los vientos superficiales hacia las orillas, donde se acumula en una especie de pasta densa y de intenso color amarillo. Esta masa de polen se incorpora así a la ecología de las orillas del lago, siendo un importante aporte de nutrientes (sobre todo fósforo y calcio, y también carbono orgánico) que a través de la acción de los microorganismos quedan a disposición de las plantas y algas sumergidas en los sedimentos de zonas someras y suelos de orilla. A continuación se presenta una galería de fotos tomadas en todo el perímetro del lago el día 10 de abril de 2017.

Su resistencia a la degradación por parte de las bacterias es notable, y de hecho es posible ver estas bandas de color amarillo en los troncos y rocas de la orillas durante todo el verano, e incluso muchos meses después. Como es el caso del cálido y seco invierno 2016-17 que al no haberse producido la inundación habitual de las orillas se conserva todavía desde hace un año en no pocos troncos de aliso y rocas.

La producción de polen en la vegetación de la cuenca y en las propias orillas del lago es un suceso estacional que se produce todos los años, y como tal debe estar asumido dentro del funcionamiento ecológico del ecosistema. De hecho, la producción de las distintas especies es secuencial a lo largo del final del invierno y el inicio de la primavera. Por lo tanto se produce la sedimentación también secuencial sobre la masa de agua según las especies que utilizan la dispersión anemófila. De hecho, desde finales del mes de febrero de 2017 ha sido posible observar como los primeros en realizar la liberación del polen han sido los sauces, que en todas las ensenadas donde son abundantes produjeron un depósito inicial sobre la superficie del agua en la primera semana de marzo.

Aspecto de las orillas de algunas ensenadas el día 11 de marzo de 2017

La entrada de este tipo de material orgánico al incorporarse al funcionamiento ecológico del ecosistema lacustre debe considerase como natural, ya que representa un aporte de material autóctono en la cuenca; se trata de una dispersión local (por lo general < 100 m). Sin embargo la llegada de polen desde mucho más allá de los límites de la cuenca constituye un aporte de material alóctono que podría funcionar como una fertilización extra, contribuyendo al enriquecimiento de las orillas en nutrientes. Es el caso del polen procedente de los grandes pinares de repoblación.

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