Elevadas temperaturas y nulas precipitaciones en todo el mes de septiembre
Durante el mes de septiembre de 2017 se han registrado en la estación del Programa Bianual Intensivo, situada en las orillas del lago de Sanabria, temperaturas promedio máximas y mínimas más elevadas que en los mismos días de 2016. Si bien el promedio diario resultó un poco más elevado en 2016; incluso, se dieron varios días seguidos de la primera semana con valores máximos superiores a 30 ºC.
En la siguiente gráfica se pueden observar la evolución de las temperaturas máximas y mínimas diarias de ambos años (30 días, 4.321 mediciones en cada serie de datos).
El intervalo de oscilación térmica de septiembre de 2016 fue de 6,75 – 34,38 ºC, mientras que en el año actual fue de 3,30 – 29,12 ºC; y mientras que la temperatura mensual media fue de 17,82 ºC en 2016 y ha sido de 16,34 ºC este año 2017.
En las siguientes gráficas se muestran los rangos de datos diarios a lo largo de los 30 días del mes de septiembre de ambos años.
Sin embargo las principales diferencias climáticas de 2017 han venido marcadas por la ausencia total de lluvias durante todo el mes. Mientras que en septiembre de 2016 se recogieron más de 45 mm de lluvia, en este año no se han recogido más que 0,7 mm.
Dándose además la circunstancia de que esa pírrica cantidad de precipitación se produjo en un único episodio de apenas 45 minutos, entre las 23:40 del día 17 y las 00:30 del día 18 de septiembre. El resto de registros diezminutales (4.315 datos) resultaron de 0 mm de precipitación. En 2016 únicamente 8 días tuvieron datos nulos de precipitación.
En general estos datos muestran que los suelos, turberas y humedales de la cuenca del lago tienen que soportar ahora un déficit hídrico de verano más intenso y durante al menos 21 días más de lo que muestran los registros históricos de precipitaciones. La serie de datos 1961-2006 de la estación AEMET de Puebla de Sanabria muestra un promedio de 60 mm de lluvia en septiembre, y es de esperar una precipitación mayor en el entorno del lago.
Las elevadas temperaturas en el ambiente repercuten en gran medida en toda la masa del agua, y ya no sólo en el calentamiento superficial de la misma que intensifica la estratificación de la columna. Sino también en las orillas y en las zonas someras, donde la energía de esta excepcional intensidad de radiación solar produce alteraciones etológicas sobre las comunidades de fauna; sobre todo para los más exigentes con los niveles de oxígeno disuelto y que necesitan aguas relativamente frías. Otros aprovechan para alargar su temporada de actividad antes del letargo, como por ejemplo los odonatos y los anfibios que no se aletargarán hasta la llegada efectiva del frío.