EXPLOTACIÓN HIDROELÉCTRICA

LA EXPLOTACIÓN HIDROELÉCTRICA

EL RINCÓN DE LA HISTORIA 

Te propone también los siguientes temas:

PLANIFICACIÓN y EXPLOTACIÓN HIDROELÉCTRICA EN SIERRA SEGUNDERA

Fase 1

Planificando la explotación

Todas las zonas ibéricas de montaña fueron puestas en valor en los planes de hace 100 años para la producción eléctrica por su potencial en la generación de este tipo de energía «blanca». La enorme precipitación que llega a estos lugares y la presencia de grandes pendientes y desniveles son óptimas para la instalación de este tipo de centrales. Sin embargo, para ser rentables la mayor parte de los días del año (dada la estacionalidad de la lluvia y la nieve en la Península Ibérica) deben acometer zonas para embalsar agua que turbinar de una manera más dosificada.

La construcción de los embalses que inundan valles e interrumpen la continuidad de la red hidrográfica forman parte de un problema ambiental importante para la vida acuática de efecto permanente.

Plano esquemático (base cartográfica del IGN) del diseño completo de la explotación hidroeléctrica completa realizado por el ingeniero B. Oliver Román en 1919
Simulación GIS (base cartográfica del IGN) de la inundación del valle del lago si se hubiera realizado el plan realizado por el ingeniero B. Oliver Román en 1919
Simulación GIS (ortofotografía PNOA) de la inundación de Ribadelago si se hubiera realizado el plan realizado por el ingeniero B. Oliver Román en 1919

Fase 2

Complejo hidroeléctrico de Moncabril

Las obras de MONCABRIL se hicieron de forma secuencial a partir de la década de los 40’s, que consistió en embalsar las aguas en principio en la subcuenca del Segundera y el Cárdenas (ramal de El Cabril); y posteriormente en el ramal que aportaría agua procedente de la cuenca alta del Tera (ramal del Moncalvo).

Así, se construyeron en algo más de una década de trabajos todos los azudes, los canales de derivación en ambos ramales del complejo, la zona de cámara de carga en el pico del Fraile, el plano inclinado que comunica desde la base en Moncabril con esa zona; y también la nave donde está instalada la central hidroeléctrica. Lo cual supuso un importante hito para la ingeniería, dadas las dificultades de la zona (tanto climáticas, como de acceso y de dureza de la roca).

Sin embargo se modificó de una forma irreversible el complejo lacustre glaciar que constituye el valor nuclear de la Sierra Segundera, que se incluyen en la protección de los valores naturales de la zona.

La fase final de la construcción del complejo se vio dramáticamente truncado con la rotura de la presa de Vega de Tera en el valle principal en enero de 10959. Lo que constituyó la tragedia que arrasó casi por completo la población de Ribadelago que se asienta a los pies del cañón fluvial y glaciar del Tera, segando la vida de 144 personas.

Desde ese momento se paralizaron los planes de concluir el resto de instalaciones; ya que éstos estaba condicionado por la despoblación del valle para construir el embalse en el lago. A cambio la administración construyó el Nuevo Ribadelago para los vecinos supervivientes y sus descendientes.

La tragedia de 1959 tuvo una incidencia decisiva para no represar el lago de Sanabria y construir la presa contemplada en los planes originales de 1919. Lo que hubiera supuesto el final ecológico del ecosistema.

La última modificación importante del complejo hidroeléctrico se realizó en 2008-09 en la presa de Puente Porto. Las obras se destinaron a la reducción de la cantidad de agua que el embalse pudiera almacenar excepcionalmente en caso de precipitaciones históricas en su cuenca; bajando desde los originales xx Hm3 hasta únicamente xx Hm3. Para ello se rebajó la cota de salida del agua por el labio del estribo derecho de la presa, y además se procedió a la impermeabilización y consolidación de la misma. 

Mediante tareas en su interior y también la colocación de una lámina de plástico en el muro de contacto con al agua. Debido a las particulares características muy frías y ácidas de esta agua es un factor que produce desgaste de los cementos y hormigones utilizados en los paramentos.

Regularmente además, se producen operaciones de mantenimiento de las tomas de agua, compuerta, etc. que derivan en el vaciado casi completo de estas cubetas artificiales (especialmente recurrente en Cárdenas), lo que produce efectos ecológico indeseables sobre la calidad del agua.

Panorama Vega de Tera
La trágica rotura de la presa de Vega de Tera en enero de 1959 cambió el destino de Ribadelago para siempre

Fase 3

La actualidad

En la actualidad el complejo hidroeléctrico está compuesto por cuatro embalses en la Sierra, y se recoge el caudal de prácticamente todos los arroyos y regatos que fluyen al eje principal del Tera, con la única excepción de Covadosos.

El complejo se estructura en dos ejes de flujo del agua; en la subcuenca del Segundera mediante los embalses de Puente Porto y Playa se trasvasa el agua al embalse de Cárdenas; y de aquí se conduce hacia la cámara de carga del plano inclinado.

Por otro lado desde la cabecera del Tera se recogen los caudales de la cuenca alta de cabecera, la de Lacillo y la de Herbosas en un largo canal que conduce el agua por la parte de la margen derecha del cañón del Tera hasta la cámara de carga. Tal y como se planificó desde 1919; si bien la parte que se diseñó por la margen izquierda del cañón desde la trágica presa de Vega de Tera  hasta la central de Ribadelago en la orilla norte del lago finalmente no se construyó.

La alteración del flujo y el ritmo estacional de caudales en todo el complejo glaciar de la penillanaura ha quedado marcado por la explotación hidroeléctrica; pero sin embargo en la actualidad la mayoría de las intervenciones se han integrado gradualmente en el paisaje, con excepción de la pista forestal de tierra que recorre toda la penillanura hasta la Vega del Conde.

En la actualidad la explotación ha cambiado el ritmo de caudales en todas las épocas del año, pero sin embargo sobre el lago produce tanto efectos negativos como positivos. 

Entre los primeros están el aporte en verano de gran cantidad de aguas muy frías a la entrada del lago, la casi pérdida total de flujo de agua durante gran parte del año en muchos tramos de ríos permanentes la estar derivados al canal en cabecera, y la laminación de los caudales naturales en otros más constantes, que producen una cierta monotonía ecológica que perjudica a muchas especies. Entre los positivos cabe citar un mayor aporte de agua en momentos de estiaje máximo (agosto y septiembre), que de otra manera haría peligrar la mayoría de los últimos años la entrada de suficiente caudal de renovación del agua a la masa lacustre. Efecto que se agrava constantemente por el cambio climático.

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